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30 de enero de 2015

Pasarelas de estrellas

NGC 7714 es una galaxia espiral situada a 100 millones de años luz de nosotros, esto es, unas 50 veces más alejada que la galaxia de Andrómeda, pero muy cerca hablando en términos de vecinos cósmicos. Esta galaxia tuvo que ser testigo de algún evento violento en su pasado reciente. Indicios de aquella brutalidad se pueden encontrar en la extraña forma de sus brazos y en la humeante niebla que se extiende desde el centro galáctico.

Imagen 1: Composición a base de imágenes tomadas por el Hubble en una amplia gama de longitudes de onda revelando la correlación de las nubes de gas y las estrellas en la galaxia. Créditos: NASA/ESA. Agradecimientos: A. Gal-Yam (Weizmann Institute of Science).

¿Qué pudo causar estas deformidades? La culpa la tiene una pequeña galaxia compañera llamada NGC 7715. Hace unos 100-200 millones de años las dos galaxias estuvieron muy juntas y comenzaron a perturbarse la una a la otra cambiando su morfología. El resultado de esta interacción entre NGC 7714 y NGC 7715 se conoce como Arp 284.

El anillo y las dos largas colas de estrellas que han emergido de NGC 7714 son el resultado de esta perturbación que ha llegado a crear un puente entre las dos galaxias, actuando como pasarela y canalizando material desde NGC 7715 hacia su gran compañera. De esta forma se alimentan zonas de formación estelar donde la mayoría están concentradas en el luminoso centro galáctico, aunque en cualquier lugar de la galaxia están brotando nuevas estrellas.

Imagen 1: Composición de imágenes captadas por el telescopio Espacial Hubble con los instrumentos WFC3 (Wide Field Camera 3) y ACS (Advanced Camera for Surveys):
- Banda Ultravioleta (filtro U @ 390 nm – WFC3)
- Banda Ultravioleta (filtro U @ 300 nm – WFC3)
- Banda Óptica (filtro R @ 606 nm - ACS)
- Banda Óptica (filtro I @ 814 nm - ACS)

Referencias:
- The tell-tale signs of a galactic merger.
- Hubble Space Telescope.

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29 de enero de 2015

Una bestia con la cabeza muy gorda

El catálogo de Messier comenzó a fraguarse en 1774 como una iniciativa del astrónomo francés Charles Messier para clasificar objetos que parecían cometas pero que no lo eran y así evitar confusiones. Esta iniciativa se ha convertido, posiblemente, en el catálogo astronómico más famoso.

Pasados algo más de 200 años desde que se fraguó ese catálogo, fueron descubiertos objetos alargados parecidos a cometas desde Australia con el telescopio británico UK Schmidt Telescope. Hablamos del año 1976. Rápidamente se supo que no eran cometas, pero por su similitud se les llamó "glóbulos cometarios".

Fueron localizados en la nebulosa Gum, una enorme mancha de gas donde se aprecian densas cabezas junto a oscuras y polvorientas colas largas de escasa luz apuntando todas ellas al remanente de supernova de la Vela, ubicado éste en el centro de la nebulosa.

Una de esas cabezas es la denominada CG4, situado a 1.300 años luz en dirección a la constelación de Puppis:

Imagen 1: Glóbulo cometario CG4 captado por el VLT (Very Large Telescope) de ESO. Aunque en la fotografía parece grande y brillante, en  realidad se trata de una nebulosa débil, difícil de observar. Créditos: ESO.

CG4 se podría asemejar a la cabeza de una gigantesca bestia con las mandíbulas abiertas listas para devorar. Sería una cabeza muy grande: 1,5 años luz de diámetro.

La cola del glóbulo mediría unos 8 años luz de largo y comparados con una bestia de nuestro planeta, sería gigantesca, aunque comparado con los estándares astronómicos estaríamos hablando de una nube pequeña. Pero la pequeñez es una característica general de los glóbulos cometarios.

Imagen 2: Amplio campo del cielo que rodea al glóbulo cometario CG4. Créditos: ESO/Digitized Sky Survey 2.
Esta imagen proviene del programa Joyas cósmicas de ESO, una iniciativa de divulgación que pretende producir imágenes de objetos interesantes, enigmáticos o visualmente atractivos utilizando telescopios de ESO, con un fin educativo y divulgativo. El programa hace uso de tiempo de telescopio que no puede utilizarse para observaciones científicas. Todos los datos obtenidos también están disponibles para posibles aplicaciones científicas y se ponen a disposición de los astrónomos a través de los archivos científicos de ESO.
Referencias:

Imagen 1: Composición de imágenes obtenidas con el instrumento FORS1 instalado en el VLT en los siguientes filtros:
- Banda Óptica (filtro V @ 557 nm)
- Banda Óptica (filtro R @ 655 nm)
- Banda Óptica (filtro H-alfa @ 660 nm)
- Banda Óptica (filtro B @ 440 nm)

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28 de enero de 2015

La mejor imagen de Ceres

¿Has desayunado cereales? Vaya pregunta para encabezar un post de astronomía... Pero sigue leyendo. La palabra cereal procede de Ceres, dios romano de la agricultura, que da nombre al planeta enano descubierto en 1801 por el astrónomo Giuseppe Piazzi. Familiarízate con el dios romano porque en las próximas semanas va a aparecer en tus desayunos, comidas y cenas. Y no será en forma de cereales.

Centrándonos en el pequeño planeta, y como ya os comenté en el blog, la sonda Dawn (NASA) pronto tomaría la mejor imagen de Ceres jamás vista hasta ahora. Pues bien... ¡ese momento ha llegado! La imagen fue tomada a 237.000 Km el pasado 25 de enero.

Imagen 1: Ceres captado por Dawn el pasado 25 de enero. Créditos: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA.

Los mejores 43 píxeles

Los 43 píxeles de ancho que muestra Ceres supone más de un 30% de la resolución obtenida por el telescopio espacial Hubble cuando fotografió al planeta enano, aunque por aquel entonces, 2003-2004, todavía era un asteroide. Eso sí el telescopio estaba más de mil veces más alejado que Dawn: 241 millones de Km.

Las nuevas imágenes de Dawn revelan una mancha blanca en el planeta enano y sugieren algunos cráteres sobre todo en el hemisferio sur. El Hubble ya vislumbró esa mancha aunque su naturaleza es todavía desconocida.

Imagen 2: Ceres y Vesta captados por el telescopio espacial Hubble. Créditos: NASA/ESA.

"Nos agrada poder aprender sobre Ceres con Dawn y compartir nuestros descubrimientos con el mundo", afirma Robert Mase, project manager de Dawn en el JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA en Pasadena (Estados Unidos).

Algunos científicos creen que pudo tener un océano bajo la superficie en el pasado, pudiendo quedar restos bajo su manto. El próximo 6 de marzo cuando Dawn entre en órbita alrededor de Ceres será el momento de intentar resolver esa y otras cuestiones.

Referencias:
- NASA's Dawn Spacecraft Captures Best-Ever View of Dwarf Planet
- Ceres from Dawn Photojournal
- Hubble Images of Asteroids Help Astronomers Prepare for Spacecraft Visit

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27 de enero de 2015

El asteroide que no viajaba solo

2004 BL86. Así de enrevesado es el nombre del asteroide que nos visitó ayer. Sus 325 metros lo convierten en el más grande de los que nos han "visitado". En su máximo acercamiento el asteroide ha pasado a 1,2 millones de Km, esto es, tres veces la distancia Tierra-Luna.

Desde la Tierra, los privilegiados que han podido observarlo con sus telescopios, se ha desplazado a una velocidad de 56.000 Km/h apreciándose desde aquí un movimiento de 2.5º por hora, o lo que es lo mismo, cada hora recorrió el tamaño que ocupan en el cielo 5 lunas seguidas vistas desde la Tierra.

Parece ser que el asteroide no viaja solo, sino que está acompañado por una pequeña luna de unos 70 metros de diámetro que ha sido detectada con el radiotelescopio de 70 metros en la estación de Goldstone (Estados Unidos) y perteneciente a la DSN (Deep Space Network).

Imagen 1: Fotograma del vídeo creado por la NASA donde se aprecia el asteroide 2004 BL86 con su satélite. Créditos: NASA/JPL-Caltech.

Los científicos estiman que aproximadamente el 16% de los asteroides superiores a 200 metros tienen al menos un satélite a su alrededor, y ahora con los avances que estamos teniendo en las tecnologías observacionales podremos observar más claramente esos satélites.

Si hoy somos capaces de resolver un satélite de 70 metros situado a más de un millón de Km, imaginaros lo que podremos hacer en diez años...
 
Puedes ver el vídeo compuesto por la NASA del asteroide 2004 BL86 aquí: http://www.jpl.nasa.gov/video/details.php?id=1357
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23 de enero de 2015

Rosetta vuelve a la carga

¿A que ya echabais de menos a Rosetta? Pues tranquilos, que aunque se encuentre a más de 170 millones de Km de nosotros, la sonda sigue vivita y coleando. Y además con noticias frescas porque ha detectado en el 67P/Churyumov-Gerasimenko varios aspectos que aparecen hoy recopilados en la revista Science dentro de un número especial dedicado a nuestro cometa más mediático.

Imagen 1: Chorros de polvo emergiendo del núcleo del cometa. Créditos: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.

Para comenzar, veo conveniente destacar la importancia de conocer en profundidad a estos viajeros. "Los cometas pueden ayudarnos a entender la formación del sistema solar o la procedencia del agua terrestre, pero antes debemos contestar a preguntas fundamentales sobre estos cuerpos cuyas respuestas solo podíamos hallar yendo a uno", apunta Pedro J. Gutiérrez, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que participa en la misión.

La expulsión de agua

Y para ir entrando en materia, se ha detectado que se están liberando 1,2 litros de agua por segundo. "En observaciones desde junio hasta agosto de 2014 la cantidad de vapor de agua que el cometa estaba descargando al espacio creció alrededor de diez veces", explica Sam Gulkis, investigador principal del instrumento MIRO (Microwave Instrument for the Rosetta Orbiter) de JPL (Jet Propulsion Laboratory) en Pasadena (Estados Unidos).

Siguiendo con el vapor de agua, se ha detectado que el cometa arroja más gas en ciertos lugares y en ciertos momentos de "su día". Sabemos que el núcleo del cometa está compuesto por dos lóbulos y es en la zona de unión de ellos donde se produce gran parte de esta emisión que resulta ser mucho menos homogénea de lo esperado. "Pudimos ver picos en las lecturas de agua, y unas horas más tarde, un pico en las lecturas de dióxido de carbono", afirma Myrtha Hässig, científico de la NASA en el Southwest Research Institute en San Antonio (Estados Unidos).

Imagen 2: Perfiles de vapor de agua, dióxido de carbono y monóxido de carbono obtenidos el 18 de septiembre de 2014. Créditos: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.

A pesar de estar a 150 millones de Km del Sol, el 67P/Churyumov-Gerasimenko ya ha desarrollado una cola de casi 20.000 kilómetros, casi el mismo tamaño que alcanzan muchos cometas en su perihelio. "Aún así todavía tiene que crecer mucho, multiplicarse por cien y expulsar mucho material", advierte Rafael Rodrigo, investigador del Centro de Astrobiología (CAB/CSIC-INTA).

Muy baja densidad

Rodrigo examina las hipótesis de la formación del cometa y trata de explicar estos dos lóbulos: "El cometa surgió del choque de dos cometas, o la erosión ha ido desgastando este cuerpo en el cuello que une ambos lóbulos".

Imagen 3: Cartografiado del cometa. Créditos: ESA/Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA.

Gracias a esta misión es la primera vez que se ha medido de manera directa la densidad de un cometa, y en el caso del 67P/Churyumov-Gerasimenko, se sabe que es la mitad de denso que el agua y que, dado su tamaño, debe de estar vacío en un 80%. "Debemos resolver si ese vacío se debe a poros a escala micrométrica o si se trata de grandes huecos", señala Luisa M. Lara, investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y miembro del equipo OSIRIS (Optical, Spectrocopic and Infrared Remote Imaging System).

"Es una primera hornada de datos pero ni son los primeros ni serán los últimos que se publiquen porque esta misión es nueva, es un hito para la ciencia, un hito europeo en el que España participa a un altísimo nivel", concluye Rodrigo.
Todos los resultados han sido publicados en una edición especial de la revista Science titulada "Catching a comet" que consta de cinco informes y tres artículos científicos.

Los equipos que han participado en los artículos están compuestos por Alessandra Rotundi (Istituto di Astrofisica e Planetologia Spaziali, Italia; Università degli Studi di Napoli “Parthenope,” Italia), Nicolas Thomas (Physikalisches Institut en la Universidad de Berna, Suiza), Holger Sierks (Max-Planck-Institut für Sonnensystemforschung, Alemania), Matt Taylor (European Space Research and Technology Centre, Holanda), M. Hässig (Physikalisches Institut en la Universidad de Berna, Suiza; Southwest Research Institute, Estados Unidos), Hans Nilsson (Swedish Institute of Space Physics, Suecia; Luleå University of Technology, Suecia) y F. Capaccioni (Istituto di Astrofisica e Planetologia Spaziali, Italia)


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22 de enero de 2015

Luciérnagas en la niebla

Imaginad un faro en Tenerife rodeado de niebla. Y volando muy cerca de él, una luciérnaga. Ahora bien, imaginad ahora que nuestro objetivo es analizar la luz de la luciérnaga por lo que debemos aislarla de la niebla y de la luz del faro. ¿Difícil? Pues hay más. Queremos analizar esa luciérnaga observándola desde Madrid. ¿Complicado?

Denis Defrère de la Universidad de Arizona (Estados Unidos) utilizó esta comparativa (con otras ciudades) para explicar el funcionamiento de un nuevo juguetito financiado por la NASA, el LBTI (Large Binocular Telescope Interferometer). Si ahora cambias faro por estrella, luciérnaga por planeta y niebla por polvo, ya intuirás a qué se dedica este nuevo telescopio.

Imagen 1: Concepción artística del LBTI. Créditos: Large Binocular Telescope Observatory.

Formación planetaria

Sabemos que el polvo es un subproducto natural del proceso de formación de planetas, y si analizamos el polvo en la zona más dulce de la estrella, esto es, en la zona de habitabilidad (aquella cuya temperatura está comprendida entre 0º C y 100º C), la sorpresa puede ser mayúscula. Ese es el objetivo del LBTI, que está situado en lo alto del Monte Graham, en Arizona (Estados Unidos).

Imagen 2: Comparativa de zonas de habitabilidad (en verde) de nuestro Sol y en la estrella Kepler-186. Créditos: NASA Ames/SETI Institute/JPL-Caltech.

Este telescopio ya ha completado su primer estudio y ha abierto una nueva puerta para encontrar planetas similares a la Tierra, las llamadas exo-Tierras. Esto permitirá a los científicos fotografiar estos hermanos de nuestro planeta y analizar su espectro para detectar tanto la ansiada agua como otras moléculas interesantes.

Primeros resultados en modo test

En este estudio se analizan los primeros tests observacionales del LBTI con polvo en una estrella similar al Sol llamada eta Corvi. Según el equipo científico, esta estrella es unas 10.000 veces más polvorienta que nuestro sistema solar debido, probablemente, a un impacto reciente entre cuerpos planetarios en sus regiones interiores. "Esta estrella no es una buena candidata para la obtención de imágenes directas de planetas, pero demuestra lo que el LBTI puede hacer", explica Phil Hinz, investigador principal del LBTI en la Universidad de Arizona.

Imagen 3: Representación artística de una tormenta de cometas en la estrella Eta Corvi. Créditos: NASA/JPL-Caltech.

Tras estas primeras pruebas, el LBTI iniciará sus operaciones científicas en primavera y funcionará durante al menos tres años.
El estudio ha sido publicado en la revista Astrophysical Journal el pasado 14 de enero bajo el título "First-light LBT Nulling Interferometric Observations: Warm Exozodiacal Dust Resolved within a Few AU of η Crv" (D. Defrère et al. 2015 ApJ 799 42. doi:10.1088/0004-637X/799/1/42).

El equipo que ha llevado a cabo la investigación está formado por D. Defrère (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), P. M. Hinz (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), A. J. Skemer (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), G. M. Kennedy (Institute of Astronomy en la Universidad de Cambridge, Reino Unido), V. P. Bailey (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), W. F. Hoffmann (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), B. Mennesson (Jet Propulsion Laboratory en el California Institute of Technology, Estados Unidos), R. Millan-Gabet (NASA Exoplanet Science Institute en el California Institute of Technology, Estados Unidos), W. C. Danchi (NASA Goddard Space Flight Center en el Exoplanets & Stellar Astrophysics Laboratory, Estados Unidos), O. Absil (Département d'Astrophysique en la Universidad de Lieja, Bélgica; F.R.S.-FNRS Research Associate), P. Arbo (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), C. Beichman (NASA Exoplanet Science Institute en el California Institute of Technology, Estados Unidos), G. Brusa (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), G. Bryden (Jet Propulsion Laboratory en el California Institute of Technology, Estados Unidos), E. C. Downey (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), O. Durney (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), S. Esposito (INAF-Osservatorio Astrofisico di Arcetri, Italia), A. Gaspar (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), P. Grenz (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), C. Haniff (Cavendish Laboratory en la Universidad de Cambridge, Reino Unido), J. M. Hill (Large Binocular Telescope Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), J. Lebreton (NASA Exoplanet Science Institute en el California Institute of Technology, Estados Unidos), J. M. Leisenring (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), J. R. Males (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos; NASA Sagan Fellow), L. Marion (Département d'Astrophysique en la Universidad de Lieja, Bélgica), T. J. McMahon (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), M. Montoya (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), K. M. Morzinski (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos; NASA Sagan Fellow), E. Pinna (INAF-Osservatorio Astrofisico di Arcetri, Italia), A. Puglisi (INAF-Osservatorio Astrofisico di Arcetri, Italia), G. Rieke (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), A. Roberge (NASA Goddard Space Flight Center en el Exoplanets & Stellar Astrophysics Laboratory, Estados Unidos), E. Serabyn (Jet Propulsion Laboratory en el California Institute of Technology, Estados Unidos), R. Sosa (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), K. Stapeldfeldt (NASA Goddard Space Flight Center en el Exoplanets & Stellar Astrophysics Laboratory, Estados Unidos), K. Su (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), V. Vaitheeswaran (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), A. Vaz (Steward Observatory en la Universidad de Arizona, Estados Unidos), A. J. Weinberger (Department of Terrestrial Magnetism en el Carnegie Institution de Washington, Estados Unidos), y M. C. Wyatt (Institute of Astronomy en la Universidad de Cambridge, Reino Unido).
Artículo científico:
- First-light LBT Nulling Interferometric Observations: Warm Exozodiacal Dust Resolved within a Few AU of η Crv

Referencias:
- Telescope To Seek Dust Where Other Earths May Lie
- Large Binocular Telescope Interferometer
- Large Binocular Telescope Observatory

- NASA's Kepler Discovers First Earth-Size Planet In The 'Habitable Zone' of Another Star

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20 de enero de 2015

Primera imagen de aproximación a Ceres

Ceres, al igual que Plutón, es un planeta enano del sistema solar. Con sus 950 Km es el cuerpo más grande situado entre Marte y Júpiter, en el cinturón de asteroides.

La sonda Dawn (NASA) tiene como destino este planeta enano y conforme se va aproximando nos va mostrando imágenes cada vez más detalladas. Esta nueva imagen tomada el 13 de enero es la primera de una serie que se utilizarán para las maniobras de aproximación.

Imagen 1: Ceres captado a 238.000 Km por la sonda Dawn en una imagen ampliada. La imagen sin procesar se encuentra arriba y la procesada abajo. Créditos: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA.

Se acerca el momento

Será el 6 de marzo cuando Dawn realice la inserción orbital y a partir de ahí, fotografiará la superficie durante los 16 meses que se estima la vida de la misión.

"Conocemos muy poco sobre el planeta enano Ceres. Ahora, Dawn cambiará eso", afirma Marc Rayman, ingeniero jefe y director de la misión Dawn en el JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA en Pasadena (Estados Unidos).

Imagen 2: Ceres en la imagen original del 13 de enero. Créditos: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA.

La mejor imagen

Ha pasado mucho desde que el Hubble obtuvo las mejores imágenes de Ceres. Hablamos de 2003 y 2004. La imagen tomada por Dawn el 13 de enero, donde Ceres se muestra con 27 píxeles de ancho, está a un 80% de la resolución del telescopio espacial.

Imagen 3: Ceres captado por el telescopio espacial Hubble el 23 de enero de 2004. Créditos: NASA/ESA/J. Parker.

A finales de enero Dawn tomará una nueva imagen, y entonces ya habrá superado la resolución del Hubble. Tendremos la mejor imagen de Ceres jamás vista. Y no será la última.

Referencias:
- Dawn Delivers New Image of Ceres

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19 de enero de 2015

El Beagle 2 ha sido encontrado

Hace unos días volvimos al pasado para recordar a la sonda europea Huygens, celebrando el 10º aniversario de su llegada a Titán, en Saturno. Hoy volvemos a echar la vista atrás, concretamente hasta el 19 de diciembre de 2003, hace algo más de 11 años. Fue ese día cuando el Beagle 2 Mars Lander se desprendió del orbiter europeo Mars Express para iniciar un aterrizaje en el planeta rojo.

El Beagle 2 entraría en la atmósfera a unos 20.000 Km/h, la fricción frenaría la sonda hasta los 1.600 Km/h. Sería entonces cuando se abriese un paracaídas para seguir reduciendo la velocidad. Ya casi en el suelo, se abrirían unos airbags para amortiguar el aterrizaje. Con el Beagle 2 ya estabilizado en la superficie, pasaría sobre el Beagle 2 la sonda de la NASA Mars Odyssey para establecer contacto. Y no ocurrió. Lo intentaron hasta febrero de 2004, pero obteniendo el peor de los resultados: ni rastro de la sonda. Todo apuntaba a que se había estrellado. Fue entonces cuando se dio la misión por finalizada.

Imagen 1: Réplica del Beagle 2 expuesta en el Museo de la Ciencia de Londres. Créditos: Wikipedia.

La sorpresa del MRO 

Pero... ¡Sorpresa! Once años y pocos días después, las imágenes de la cámara HiRISE (High Resolution Imaging Science Experiment) a bordo del MRO (Mars Reconnsaisance Orbiter) ha encontrado las imágenes del Beagle 2 sobre la superficie de Marte. Y lo que nos muestran las imágenes ofrece algo de buen sabor al amargo final de la sonda, ya que el Beagle 2 se muestra parcialmente desplegado, certificando pues que el proceso de aterrizaje fue correcto.
 
Imagen 2: Esta imagen donde se aprecian detalles del Beagle 2 en una observación del MRO del 2014. Créditos: NASA/JPL-Caltech/Univ. of Arizona/University of Leicester.

"Estoy contento porque finalmente el Beagle 2 ha sido encontrado en Marte", dice Mark Sims, de la Universidad de Leicester (Reino Unido), el que fue director de la misión. "Cada Navidad desde 2003 me he preguntado qué pasó con Beagle 2 [...] Aunque siendo sincero, nunca perdí la esperanza de saber que pasó realmente con el Beagle 2", explica Sims. "Las imágenes muestran que estuvimos muy cerca de lograr nuestro objetivo", añade.

"Estamos muy contentos de saber que el Beagle 2 aterrizó en Marte", afirma Álvaro Giménez-Cañete, Director de Ciencia y Exploración Robótica de la ESA. "La dedicación de los equipos en el estudio de imágenes de alta resolución con el fin de encontrar el módulo de aterrizaje ha sido inspiradora", añade.

El hallazgo

Fue Michael Croon en Trier (Alemania), exmiembro del equipo de operaciones de la Mars Express el que proporcionó las evidencias de que esas manchas blancas en la zona de Isidis Planitia eran los componentes del lander. Posteriormente, tras la reconstrucción de las imágenes y en análisis por parte de los equipos del Beagle 2, HiRISE y el JPL (Jet Propulsion Laboratory), han confirmado que los objetos, la forma y el color son los correctos para tratarse de la malograda sonda. Tim Parker, geólogo planetario del JPL dice: "He estudiado los objetos de las imágenes con mucho cuidado y estoy convencido de que estos son los restos del Beagle 2".
Imagen 3: Aspecto del Beagle 2 con los paneles solares parcialmente desplegados. Créditos: NASA/JPL-Caltech/Univ. of Arizona/T. Parker/University of Leicester.

Richard Zurek, científico del MRO en el JPL concluye dicendo: "Puedo imaginar la sensación del equipo del Beagle 2 tras cerrar este capítulo".

Referencias:
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16 de enero de 2015

Diez años de Huygens

Esta semana se celebra que hace diez años, un ingenio procedente de nuestro planeta se precipitaba en paracaídas sobre la espesa niebla de una luna alienígena hacia un destino incierto. Tras dos horas de suave descenso, un ruido sordo confirmó el aterrizaje. El lugar: una llanura helada.

Con esta hazaña, la sonda Huygens logró el primer aterrizaje de la humanidad sobre una luna del sistema solar exterior. Huygens llegó exitosamente a Titán, la luna más grande de Saturno. Y no sólo sobrevivió al aterrizaje, sino que transmitió datos desde la superficie del satélite durante más de una hora hasta que se agotaron sus baterías.

Desde aquel momento histórico, los científicos de todo el mundo han estudiado minuciosamente los 474 Megabits de datos sobre Titán que nos llegaron procedentes de Huygens, entre ellos 350 imágenes, y los que nos siguen llegando procedentes de su nave nodriza, Cassini.

En estos 10 años, los datos del conjunto Cassini-Huygens han revelado muchos detalles de un mundo sorprendentemente similar a la Tierra.

Imagen 1: Representación artística de la zona donde aterrizó Huygens en Titán basada en las imágenes y datos obtenidos el 14 de enero de 2005. Créditos: ESA/ C. Carreau.

Colaboración internacional

Además de la tecnología necesaria para llevar a cabo esta misión, las asociaciones internacionales fueron decisivas para el éxito de Cassini y Huygens en Saturno y Titán, respectivamente.

"Una misión de este calibre representa un triunfo en la colaboración internacional", afirma Earl Maize, Project Manager de la misión Cassini en el JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA en Pasadena (Estados Unidos).

"Desde que comenzó a fraguarse la misión en 1982 pasando por el espectacular aterrizaje de Huygens 23 años después y hasta el dia de hoy, la Cassini-Huygens debe gran parte de su éxito a la sinergia y cooperación entre más de una docena de países. Este trabajo en equipo es una de las principales fuerzas para que Cassini siga explorando el sistema de Saturno", concluye Maize.

Referencias:
- NASA and ESA Celebrate 10 Years Since Titan Landing
- Huygens: the top 10 discoveries at Titan
- Ten years ago, Europe landed on Titan!

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15 de enero de 2015

Doce ojos para buscar exoplanetas

En este primer post de 2015 (por cierto, feliz año) os voy a dar una buena noticia para los entusiastas de los exoplanetas, y es que un nuevo conjunto de telescopios ha hecho su primera luz y a partir de ahora estudiará los cielos del Sur en busca de planetas extrasolares.

Doce ojos

NGTS (Next-Generation Transit Survey) es el nombre del conjunto de doce telescopios de 20cm de apertura que se encargará de la búsqueda. Están situados en el Observatorio Paranal de ESO en Chile y son una versión modificada de telescopios comerciales de la casa ASA (Astro Systeme Austria) acoplados a una cámara ikon-L construida por Andor Technoloy Ltd. a partir de CCD DD sensibles al rojo.

Imagen 1: Toma de larga exposición donde se muestran algunos de los telescopios de NGTS. La Luna puede verse como el trazo grueso sobre el centro de la imagen, además de los telescopios VISTA (derecha) y VLT (izquierda). Créditos: ESO/G. Lambert.

"Necesitábamos un sitio donde hubiese muchas noches claras y el aire fuese limpio y seco para poder hacer abundantes mediciones muy precisas y muy a menudo”, afirma Don Pollacco de la Universidad de Warwick (Reino Unido), uno de los responsables del proyecto. El conjunto funcionará robóticamente supervisando cientos de miles de estrellas y ofrecerá una calidad en los tránsitos tan sólo superada por el observatorio espacial Kepler.

Imagen 2: Vista general de los telescopios del proyecto NGTS. Créditos: ESO/R. West.

Tamaños y atmósferas

Los descubrimientos que ofrezca NGTS podrán ser estudiados por telescopios como el VLT (Very Large Telescope) de ESO con el objetivo de afinar el resultado de la masa del planeta y estudiar la composición de la atmósfera, en el caso de tenerla, analizando la luz filtrada de la estrella a través de los gases que envuelven el exoplaneta mediante espectroscopía.

Peter Wheatley, de la Universidad de Warwick y uno de los responsables del proyecto, concluye: "Estamos deseosos de  comenzar nuestra búsqueda de pequeños planetas [...] Los descubrimientos de NGTS y las observaciones posteriores con telescopios terrestres y espaciales, serán pasos importantes en nuestra búsqueda para estudiar la atmósfera y la composición de pequeños planetas como la Tierra".
Este proyecto está basado en el proyecto SuperWASP y ya fue puesto a prueba en 2009 y 2010 en un prototipo que operó en la isla de La Palma.

El consorcio NGTS está compuesto por la Universidad de Warwick (Reino Unido), la Queen’s University de Belfast (Reino Unido), la Universidad de Leicester (Reino Unido), la Universidad de Cambridge (Reino Unido), la Universidad de Ginebra (Suiza) y el DLR (centro aeroespacial alemán) de Berlín (Alemania).
Nota de prensa:

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