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18 de septiembre de 2014

J y C, lugares elegidos para el aterrizaje de Philae

Ya se ha decidido cuál será el sitio donde se posará el módulo Philae cuando se desprenda de Rosetta (ESA) rumbo a la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Ahí será cuando comience el  análisis in situ. El lugar previsto, llamado provisionalmente "J", ofrece un potencial científico único y un riesgo mínimo para el módulo de aterrizaje.

El punto "J" está en lo que sería la cabeza del cometa, un mundo de forma irregular que mide algo más de cuatro kilómetros en su parte más ancha. A pesar de que la votación para la elección del lugar fue unánime a favor de "J", se ha seleccionado otro punto, llamado "C", por si existe cualquier contratiempo con el punto elegido.

Imágenes 1 y 2: Zonas de aterrizaje principal (J) y alternativa (C) junto con todas las demás candidatas. Créditos: ESA / Rosetta / MPS for OSIRIS Team MPS / UPD / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA.

La opción menos perjudicial

"Como hemos visto en las últimas imágenes, el cometa es un mundo hermoso y espectacular. Es interesante científicamente, pero su forma hace que sea complicado a nivel operacional", comenta Stephan Ulamec, Philae Lander Manager en el DLR (Deutsches Zentrum für Luft- und Raumfahrt - German Aerospace Center) en Colonia (Alemania). "Aunque ninguno de los lugares candidatos para el aterrizaje cumplió con todos los criterios operacionales, J es la mejor opción", añade.

Para elegir el lugar donde aterrizará Philae, durante un fin de semana se reunieron ingenieros y científicos del Landing Site Selection Group de Philae en el CNES (Centre National d’Études Spatiales) en Toulouse (Francia) para examinar los datos disponibles y elegir el mejor lugar de aterrizaje.

Imagen 3: Detalle de "J", la zona de aterrizaje de Philae. Créditos: ESA / Rosetta / MPS for OSIRIS Team MPS / UPD  / LAM / IAA / SSO / INTA / UPM / DASP / IDA.

Para llegar a la decisión final, tuvieron en consideración un gran número de aspectos críticos para conseguir que el contacto de Philae con la superficie del cometa tenga las mínimas consecuencias. Factores que se barajaron fueron, por supuesto el terreno, pero también las horas de luz solar, las horas de noche o la frecuencia de las comunicaciones con el orbitador.

Maniobra autónoma

Philae, con una masa de 100 Kg, está programado para llegar a la superficie del cometa a mediados de noviembre. La maniobra de aterrizaje se realizará de forma pasiva y sólo es posible predecir cuál será zona de aterrizaje, marcada como una elipse de unos pocos cientos de metros de longitud. Esta "elipse J" está ubicada en un terreno donde las posibilidades de que Philae vuelque en la toma de contacto son mínimas ya que parece que no hay presencia de rocas.

La fecha elegida para el descenso no es casual. A los pocos días del descenso se prevé que la actividad del cometa aumente significativamente ya que su distancia al Sol así lo indica. Pero para llegar, todo tiene que salir a la perfección. Para ello se ha hecho una estimación de la trayectoria de descenso. La maniobra completa durará unas siete horas, y esto es significativamente importante ya que la duración de las baterías no se verá comprometida a lo largo de todo el proceso.

Preparando la agenda

En estos momentos se está preparando el timeline que deberán seguir tanto Rosetta como Philae para que la trayectoria sea exacta y el lander se pose en el lugar correcto. "Ahora que estamos más cerca del cometa, estamos realizando el mapeo que nos ayudará a mejorar el análisis del sitio de aterrizaje elegido y del alternativo", afirma Andrea Accomazzo, director de vuelo de la sonda Rosetta en Darmstadt (Alemania).

"Por supuesto, no podemos predecir la actividad del cometa entre ahora y el aterrizaje. Un incremento repentino en la actividad podría afectar a la posición de Rosetta en su órbita y al lugar exacto donde Philae debe aterrizar. Esto lo convierte en una operación arriesgada", explica Accomazzo.

Imagen 4: Mosaico creado a partir de imágenes tomadas el pasado 2 de septiembre estando Rosetta a 56 Km del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Ya se aprecian ciertos rastros de sublimación indicando que la actividad en el cometa ya está comenzando. Créditos: ESA / Rosetta / NAVCAM.

El aterrizaje

Todos los comandos que se ejecutarán para que el descenso de Philae sea correcto, se cargarán en el lander antes de su separación. Una vez desplegado, el descenso será autónomo, sin intervención humana. Durante el proceso de decenso, tanto Philae como Rosetta tomarán imágenes del entorno del cometa.

Philae se posará a una velocidad equivalente a la que tenemos cuando damos un paseo, para después, fijarse a la superficie con unos arpones y unos tornillos. A continuación, tomará una imagen panorámica de 360 ​​grados del lugar de aterrizaje para ayudar a determinar dónde y en qué orientación se ha aterrizado.

A partir de ahí comienza la fase científica, que con los instrumentos instalados analizará el plasma y el medio ambiente magnético en el que se encuentre, la temperatura superficial y la subsuperficie. También perforará y recogerá muestras para su posterior análisis con los instrumentos internos. La estructura interna del cometa también se explorará mediante el envío de ondas de radio a través de la superficie hacia Rosetta.

Imagen 5: Detalla de una zona del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Cada píxel de la imagen corresponde con 1.1 metros en el cometa. Créditos: ESA / Rosetta/MPS for OSIRIS Team MPS / UPD / LAM / IAA / SSO  / INTA  / UPM / DASP / IDA.

"Nadie ha intentado nunca aterrizar en un cometa, por lo que es un verdadero reto", afirma Fred Jansen, Mission Manager de Rosetta de la ESA en el ESTEC (European Space Research Technology Center) de Noordwijk (Holanda). "La complicada estructura de doble cuerpo del cometa ha tenido un impacto considerable en los riesgos generales relacionados con el aterrizaje y existe cierto peligro, pero tenemos la oportunidad de hacer el primer aterrizaje suave sobre un cometa", añade.

Go / No Go final

El 26 de septiembre será un día clave tanto para Rosetta como para Philae ya que se confirmará la fecha de aterrizaje tras un nuevo análisis de la trayectoria. Si se confirma la fecha, el 14 de octubre será un día decisivo ya que habrá un último "Go/No Go" que decidirá si se sigue adelante con el "punto J" como objetivo de aterrizaje, o por el contrario, se cambia al "punto C".

Nota de prensa: 

Referencias:

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