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21 de abril de 2014

Observación astronómica en Alcalá de Henares

Con motivo de la entrega del Premio Cervantes a la escritora mexicana Elena Poniatowska, la Universidad de Alcalá de Henares organiza en colaboración con el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) una observación astronómica el día 23 de abril.

La observación astronómica se realizará en el Patio Trilingüe del Rectorado de la Universidad de Alcalá de Henares situada en la Plaza de San Diego, s/n de Alcalá de Henares (ver mapa) y se llevará a cabo con cuatro telescopios donde los astrónomos enseñarán los objetos visibles en ese momento con explicaciones didácticas orientadas a todo tipo de público, además, se darán explicaciones del cielo nocturno a simple vista.

La observación comenzará a las 22:00h y durará sobre dos horas, aunque dependiendo de la asistencia, puede prolongarse para que nadie se quede sin mirar por los telescopios. La inscripción es gratuita (disponibles 100 plazas) y se puede hacer enviando un correo electrónico a cursos.extension@uah.es o llamando al teléfono 91 885 41 57.

La autora

El último libro de la escritora galardonada es "El universo o nada: biografía del estrellero Guillermo Haro" (Ed. Seix Barral, 2013). Se trata de la biografía de su esposo, uno de los astrónomos más conocidos de América y descubridor, entre otros elementos astronómicos interesantes, de los objetos Herbig-Haro junto a George Herbig.


El libro

La Enciclopedia de la Literatura en México ha publicado una reseña del último libro de la escritora galardonada:
Desde que su madre le mostrara las estrellas, el destino de Guillermo Haro quedó ligado a ellas. Elena Poniatowska cuenta la apasionante historia de su marido, revolucionario, astrónomo y gran impulsor de la educación entre los jóvenes, un mexicano universal que supo contagiar su pasión por la ciencia, cuya inteligencia lo llevó a crear los observatorios astronómicos del siglo XX en México y a descubrimientos que lo situaron a la altura de los grandes astrofísicos. El retrato literario de este hombre de izquierdas es también la crónica de todo un país en una época convulsa, un siglo de cambios políticos en el que Haro luchó por superar las enormes dificultades para desarrollar su vocación científica y consagró su vida a desentrañar los misterios del cielo. Ganadora del Premio Cervantes 2013 por ser «una de las voces más poderosas de la literatura en español (Jurado del Premio Cervantes), Elena Poniatowska es una de las autoras que mejor han sabido trasladar la musicalidad del habla a la palabra escrita, y es además conocida por el firme compromiso social que ha manifestado a lo largo de su trayectoria. Estas páginas constituyen un maravilloso homenaje al padre de la astrofísica en México, un relato extraordinario desde la visión de quien compartió con él sus días.
(G)astronomía

Como cada año, la ciudad de Alcalá de Henares se vuelca con el Premio Cervantes. En esta ocasión, otra de las actividades más atractivas para celebrarlo consiste en unas jornadas gastronómicas basadas en la comida típica mexicana.

Una buena opción para antes de asistir a la observación astronómica.

Más info:
http://www.uah.es/comunica/agenda/comunica.asp?cevento=6639&cat=141

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16 de abril de 2014

Una sección transversal del Universo

En esta nueva imagen del Telescopio Espacial Hubble, aparece una notable variedad de objetos situados a diferentes distancias de nosotros. Algunos de estos objetos están situados más allá de la mitad del camino hasta el borde del universo observable. Las galaxias observadas en esta imagen casi todas se encuentran a unos cinco mil millones de años luz de nosotros, pero también aparecen otros objetos, sustancialmente más estrechos y mucho más distantes.

La sección transversal de Hubble
Estudiando esta región del cielo se ha demostrado que muchos de los objetos que parecían estar juntos, en realidad pueden estar separados miles de millones de años luz de distancia. Esto es debido a que varios grupos de galaxias están situadas a lo largo de nuestra línea de visión creando una especie de ilusión óptica. Esta sección transversal del universo tomada por el Hubble se completa con imágenes distorsionadas de las galaxias situadas en un plano de fondo muy muy lejano.

Imagen tomada por el Hubble que se puede interpretar como un corte transversal de la historia del universo ya que en ella aparecen objetos que nos muestran las diferentes épocas del cosmos debido a la lejanía que presentan. Créditos: NASA/ESA.

Lentes gravitacionales
Estos objetos en ocasiones aparecen distorsionados por un el proceso conocido como lente gravitacional, una técnica extremadamente valiosa en astronomía para estudiar objetos muy lejanos. Aunque suene a ciencia ficción, la lente es provocada por la curvatura del continuo espacio-tiempo debido a galaxias masivas situadas cerca de nuestra línea de visión con respecto a objetos más distantes.

Uno de los sistemas de lentes gravitatoria que aparecen en la imagen es CLASS B1608+656, que se muestra como un pequeño lazo en el centro de la imagen. Está compuesto por dos galaxias en primer plano que distorsionan y amplifican la luz de un cuásar distante conocido como QSO-160913+653228. La luz de este disco brillante de materia que actualmente está cayendo en un agujero negro, ha tardado nueve mil millones de años en llegar hasta nosotros, es decir, dos tercios de la edad del Universo.

Fred y Ginger

Además de CLASS B1608+656, los astrónomos han identificado otras dos lentes gravitacionales en esta imagen. Dos galaxias, apodadas Fred y Ginger por los investigadores que las estudiaron, contienen la suficiente masa como para distorsionar visiblemente la luz de los objetos que hay detrás de ellas. Fred, conocida técnicamente como [FMK2006] ACS J160919+6532, se encuentra cerca de las galaxias lentes de CLASS B1608+656, mientras que Ginger ([FMK2006] ACS J160910+6532) está notablemente más cerca de nosotros. A pesar de las diferentes distancias que nos separan de Fred y Ginger, se pueden ver cerca de CLASS B1608+656 en la región central de la imagen.

Imagen donde se muestran CLASS B1608+656 y las galaxias Fred ([FMK2006] ACS J160919+6532) y Ginger ([FMK2006] ACS J160910+6532). Créditos: NASA/ESA.

Para capturar objetos tan distantes y tenues como estos, las cámaras del Hubble debe realizar una exposición muy larga. Concretamente la imagen se compone de observaciones en los rangos visible (filtro V de 606 nm) e infrarrojo (filtro I de 814 nm) con un tiempo de exposición total de 14 horas.

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Cuando las nubes se vuelven rojas

La constelación de Centauro tan sólo puede verse en todo su esplendor desde el hemisferio Sur. Desde las latitudes ibéricas tan sólo puede verse una pequeña parte durante algunas noches de primavera-verano siempre y cuando el horizonte esté lo suficientemente despejado.

En ella destaca sobre todo el cúmulo globular Omega Centauri, visible desde España tan sólo durante unos días, muy al borde del horizonte. Es un cúmulo que merece la pena observar incluso a simple vista.

Gum 41

Pero hoy os voy a hablar de otro objeto. Se llama Gum 41, situado a 7300 años luz en la constelación de Centauro. Fue descubierto por el astrónomo australiano Colin Gum mientras analizaba unas fotografías tomadas desde el Mount Stromlo Observatory (Australia) y la incluyó en su catálogo de nebulosas de emisión.

Imagen de la nube de hidrógeno Gum 41. Créditos: ESO.

En realidad, Gum 47 forma parte de una estructura mayor llamada Nebulosa de Lambda Centauri, conocida por un nombre mucho más esperpéntico: "Nebulosa del Pollo Corredor".

Nebulosa Lambda Centauri, conocida como "Nebulosa del Pollo Corredor". Créditos: ESO.

Nebulosas de emisión

Gum 41 no es la única nebulosa de emisión en Centauro. En esta constelación existen auténticos criaderos de estrellas que se pueden observar como nebulosas brillantes asociadas a estas nuevas estrellas. Cuando la estrella ilumina los restos de la nube de hidrógeno donde se formaron, hace que brillen en esos característicos tonos rojizos.

Nebulosa de la Laguna. Créditos: ESO.

Una de las nebulosas más famosas, y además visible desde la península Ibérica, es la Nebulosa de la Laguna, en la constelación de Sagitario. Por su brillo, puede ser detectada a simple vista. Ahora que llega el verano, la podréis localizar sin problemas en una noche oscura.
Las imágenes de la nube Gum 41, Lambda Centauri y la nebulosa de la Laguna se han creado utilizando datos del instrumento WFI (Wide Field Imager) instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, en el Observatorio La Silla (Chile).
Notas de prensa:
Estudio en escarlata
A study in scarlet
 
Referencias:
An Angry Bird in the sky
The trilogy is complete


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12 de abril de 2014

¿Posible exoluna? Creo que no

Titán, Europa, Io y Fobos son algunos de los miembros del olimpo de las lunas de nuestro Sistema Solar. ¿Hay otras lunas por ahí orbitando planetas más allá de nuestro sol? Si las hay, se llamarían exolunas.

Investigadores de la NASA han descubierto evidencias de algo que podría ser una exoluna, y aunque todavía no es posible confirmar su presencia, el hallazgo es considerado como un primer paso de un camino para detectar más. El descubrimiento fue hecho al observar un encuentro casual de objetos en nuestra galaxia.

¿Exoplaneta y estrella marrón o exoplaneta y exoluna? Ese es el misterio... Créditos:NASA/JPL-Caltech.

"No vamos a tener la oportunidad de observar nuevamente el candidato a exoluna", dice David Bennett de la University of Notre Dame en Indiana (Estados Unidos), autor del artículo publicado en la revista Astrophysical Journal. "Pero podemos esperar descubrimientos más inesperados como este", añade.

Detección por microlente gravitatoria

El estudio ha aprovechado las llamadas microlentes gravitacionales, que no dejan de ser alineaciones casuales entre estrellas. Cuando una estrella en primer plano pasa entre nosotros y una estrella más distante, la estrella más cercana puede actuar como una lupa y dar brillo a la luz de la más lejana. Estos fenómenos suelen durar alrededor de un mes.

Si el objeto del primer plano -llamado objeto lente- tiene un cuerpo orbitando a su alrededor, el cuerpo orbitador actuará como una segunda lente para iluminar u oscurecer la luz. Analizando estos cambios de iluminación los astrónomos pueden calcular la masa del objeto lente en relación al cuerpo que la orbita.

El objeto en primer plano puede ser tanto un planeta como una estrella. En el caso de ser un planeta, éste vagaría libremente por el espacio. Si este planeta tiene una luna a su alrededor, los investigadores podrían medir la masa del planeta en relación con su compañera en órbita. Mientras los astrónomos buscan activamente exolunas, hasta el momento no han encontrado ninguna.

En este nuevo estudio, la naturaleza del objeto en primer plano, el objeto lente, no está claro, pero según la publicación científica se trata de una estrella enana marrón ya que en ningún momento se menciona la palabra "exoluna" (exomoon).

El secreto está en la masa

La publicación científica en una de sus conclusiones, se puede leer el motivo por el que no se puede calcular la masa de los objetos:
"Debido a la amplia gama de posibles masas del objeto lente, no tratamos de dar una "estimación óptima". Se podría, en principio, realizar un análisis bayesiano basado en un modelo galáctico, pero en cualquier caso sería necesaria la evaluación (o más probablemente la desestimación) de sus valores [...] Dado que los datos obtenidos han sido calculados sin restricciones, una estimación bayesiana posterior de la masa del objeto lente ofrecería datos no significativos.

Si nos centramos en cómo se puede determinar la masa, algo que se podría hacer es medir el movimiento propio en origen mediante astrometría con OGLE-III (Skowron et al. 2014). Esta estrella (llamada MOA-2011-BLG-262) fue observada por OGLE-III aproximadamente 1300 veces entre el 4 de agosto de 2001 y el 4 de mayo de 2009. Si la fuente se mueve mucho más rápido que las fuentes típicas, debe ser fácil de calcular. En otro caso, habremos de suponer que la lente está cerca de nosotros y, por tanto, es de muy baja masa."
La relación de masas entre el objeto más grande y su compañero, más pequeño, es de 2000 a 1. Con esa relación de masas se podría tratar de una pequeña estrella rodeada de un planeta cuya masa sería de unas 18 veces la masa de la Tierra, pero también cabe una pequeña posibilidad de que se trate de un planeta más masivo que Júpiter junto con un luna menos masiva que la Tierra.

Curva de luz obtenida tras las observaciones astronómicas desde diversos telescopios. Créditos: J.C. Yee et al.

"Una posibilidad es que el sistema de lentes sea un planeta y su luna, que de ser cierto, sería un espectacular descubrimiento", afirma Wes Traub, científico jefe del Exoplanet Exploration Program en el JPL de la NASA en Pasadena (Estados Unidos). "Los modelos de los investigadores apuntan a la solución de la exoluna, pero si simplemente se observa lo ocurrido, lo más probable es que sea una estrella", concretamente una estrella enana marrón.

Habrá que esperar...

En el futuro, sin embargo, podrá ser posible tomar estas medidas de distancia durante los eventos de lente. Por ejemplo, los telescopios espaciales Spitzer y Kepler de la NASA, los cuales giran alrededor del Sol en arrastrados por la Tierra son una gran herramienta para determinar la paralaje y así calcular las distancias.

Este candidato a exoluna, si se confirma, estaría orbitando a un planeta que viaja libremente ya que no se ha observado una estrella a la cual orbite. Este planeta pudo haber sido expulsado de un sistema planetario joven, manteniando su compañera.

Ójala y se trate de una exoluna si alguna vez se logra resolver el misterio. Aunque personalmente, y aunque tengo ganas de que se detecte la primera exoluna, creo que en este caso se trata de una enana marrón y un planeta, y no de un exoplaneta con su exoluna.
El artículo donde se presentan los datos ha sido publicado en la revista Astrophysical Journal el pasado 10 de abril de 2014 bajo el título "MOA-2013-BLG-220Lb: Planetary companion to a possible Brown Dwarf host".

Las observaciones se han realizado con el W.M. Keck Observatory en Mauna Kea (Estados Unidos), el telescopio VISTA del Observatorio Europeo Austral (Chile), el experimento OGLE en Las Campanas Observatory (Chile), el Microlensing Follow-Up Network (MicroFUN) en Cerro Tololo Interamerican Observatory (Chile) y el Robonet Collaboration en Faulkes Telescope South en Siding Spring (Australia).

J.C. Yee (Department of Astronomy de la Ohio State University, Estados Unidos; Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, Estados Unidos), C. Han (Department of Physics de la Chungbuk National University, Korea), A. Gould (Department of Astronomy de la Ohio State University, Estados Unidos), J. Skowron (Warsaw University Observatory, Polonia), I.A. Bond (Institute of Information and Mathematical Sciences de la Massey University, Nueva Zelanda), A. Udalksi (Warsaw University Observatory, Polonia), M. Hundertmark (School of Physics & Astronomy de la University of St Andrews, Reino Unido), L.A.G. Monard (Klein Karoo Observatory del Centre for Backyard Astrophysics, Sudáfrica), I. Porritt (Turitea Observatory, Nueva Zelanda), P. Nelson (Ellinbank Observatory, Australia), V. Bozza (Dipartimento di Fisica “E. R. Caianiello” en la Università degli Studi di Salerno, Italia; Instituto Nazionale di Fisica Nucleare en Nápoles, Italia), M.D. Albrow (Department of Physics and Astronomy de la University of Canterbury, Nueva Zelanda), J.-Y. Choi (Department of Physics de la Chungbuk National University, Korea), G.W. Christie (Auckland Observatory, Nueva Zelanda), D.L. DePoy (Department of Physics and Astronomy en la Texas A&M University, Estados Unidos), B.S. Gaudi (Department of Astronomy en la Ohio State University, Estados Unidos), K.-H. Hwang (Department of Physics de la Chungbuk National University, Korea), Y.K. Jung (Department of Physics de la Chungbuk National University, Korea), C.-U. Lee (Korea Astronomy and Space Science Institute, República de Korea), J. McCormick (Farm Cove Observatory del Centre for Backyard Astrophysics, Nueva Zelanda), T. Natusch (Auckland Observatory, Nueva Zelanda; Institute for Radio Astronomy and Space Research, Nueva Zelanad), H. Ngan (Auckland Observatory, Nueva Zelanda), H. Park (Department of Physics de la Chungbuk National University, Korea), R.W. Pogge (Department of Astronomy de la Ohio State University, Estados Unidos), I.-G Shin (Department of Physics de la Chungbuk National University, Korea), T.-G. Tan (Perth Exoplanet Survey Telescope, Australia), F. Abe (Solar-Terrestrial Environment Laboratory en la Nagoya University, Japón), D.P. Bennett (University of Notre Dame, Estados Unidos), C.S.Botzler (Department of Physics de la University of Auckland, Nueva Zelanda), M. Freeman (Department of Physics de la University of Auckland, Nueva Zelanda), A. Fukui (Okayama Astrophysical Observatory del National Astronomical Observatory, Japón), D.Fukunaga (Solar-Terrestrial Environment Laboratory de la Nagoya University, Japón), Y. Itow (Solar-Terrestrial Environment Laboratory de la Nagoya University, Japón), N. Koshimoto (Department of Earth and Space Science de la Osaka University, Japón), P. Larsen (Institute of Astronomy de la University of Cambridge, Reino Unido), C.H. Ling (Institute of Information and Mathematical Sciences de la Massey University, Nueva Zelanda), K. Masuda (Solar-Terrestrial Environment Laboratory de la Nagoya University, Japón), Y. Matsubara (Solar-Terrestrial Environment Laboratory de la Nagoya University, Japón), Y. Muraki (Solar-Terrestrial Environment Laboratory de la Nagoya University, Japón), S. Namba (Department of Earth and Space Science de la Osaka University, Japón), K. Ohnishi (Nagano National College of Technology, Japón), L. Philpott (Department of Physics and Astronomy en la University of British Columbia, Canadá), N.J. Rattenbury (Department of Physics de la University of Auckland, Nueva Zelanda), To. Saito (Tokyo Metropolitan College of Aeronautics, Japón), D.J. Sullivan (School of Chemical and Physical Sciences de la Victoria University, Nueva Zelanda), T. Sumi (Department of Earth and Space Science de la Osaka University, Japón), W.L. Sweatman (Institute of Information and Mathematical Sciences de la Massey University, Nueva Zelanda), D. Suzuki (Department of Earth and Space Science de la Osaka University, Japón), P.J. Tristram (Mt. John University Observatory, Nueva Zelanda), N. Tsurumi (Solar-Terrestrial Environment Laboratory de la Nagoya University, Japón), K. Wada (Department of Earth and Space Science de la Osaka University, Japón), N. Yamai (Department of Physics Faculty of Science de la Kyoto Sangyo University, Japón), P.C.M. Yock (Department of Physics de la University of Auckland, Nueva Zelanda), A. Yonehara (Department of Physics Faculty of Science de la Kyoto Sangyo University, Japón), M.K. Szymanski (Warsaw University Observatory, Polonia), K. Ulaczyk (Warsaw University Observatory, Polonia), S. Kozlowski (Warsaw University Observatory, Polonia), R. Poleski (Department of Astronomy de la Ohio State University, Estados Unidos; Warsaw University Observatory, Polonia), Ł. Wyrzykowski (Warsaw University Observatory, Polonia; Institute of Astronomy de la University of Cambridge, Reino Unido), M. Kubiak (Warsaw University Observatory, Polonia), P.Pietrukowicz (Warsaw University Observatory, Polonia), G. Pietrzynski (Warsaw University Observatory, Polonia; Departamento de Astronomia de la Universidad de Concepción, Chile), I. Soszynski (Warsaw University Observatory, Polonia), D.M. Bramich (Qatar Environment and Energy Research Institute, Qatar Foundation), P. Browne (School of Physics & Astronomy de la University of St Andrews, Reino Unido), K. Horne (School of Physics & Astronomy de la University of St Andrews, Reino Unido), S. Ipatov (Qatar Foundation), N. Kains (European Southern Observatory, Alemania), C. Snodgrass (Max Planck Institute for Solar System Research, Alemania), I.A. Steele (Astrophysics Research Institute de la Liverpool John Moores University, Reino Unido), R. Street (Las Cumbres Observatory Global Telescope Network, Estados Unidos) y Y. Tsapras (Las Cumbres Observatory Global Telescope Network, Estados Unidos; School of Physics and Astronomy de la Queen Mary University of London, Reino Unido).
Nota de prensa: 

Artículo científico: 

Referencias:

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9 de abril de 2014

Meteoro sobre ALMA

En dos ocasiones os he hablado de los meteoros, comúnmente denominados "estrellas fugaces". Concretamente fue en los post de "Mi lluvia de estrellas favorita", hablando de las Gemínidas y en "Llegan las Perseidas", mencionando la lluvia de meteoros más famosa del año. Ahí os cuento qué son los meteoros y cómo se producen; un resumen podría ser éste:
Los meteoros o "estrellas fugaces" son producidos por los rastros de polvo que van dejando los cometas a su paso. Los más habituales son del tamaño de un grano de arroz que, al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, se calientan, entran en ignición y dejan el típico rastro que observamos en nuestros cielos.
La última imagen de un meteoro que he podido ver fue tomada en el desierto de Atacama (Chile), concretamente en el emplazamiento del observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter-submillimeter Array) perteneciente a ESO (European Southern Observatory). El meteoro apareció en una toma que iba a formar parte de un time-lapse realizado por la ESO Ultra HD Expedition.

Imagen del meteoro junto a las antenas de ALMA. De fondo y en color rojo intenso aparece el planeta Marte. Créditos: ESO/C. Malin.

En la imagen se pueden apreciar algunas de las 66 antenas que forman el conjunto ALMA. Sobre ellas, una estrella fugaz rasga el cielo ofreciendo una gran diversidad de colores: verde esmeralda, dorado y débiles tonos carmesí que van desapareciendo a medida que el meteoro arde atravesando la atmósfera de nuestro planeta.

La imagen no pudo tomarse en mejor momento, ya que nuestro vecino planeta Marte ya estaba sobre el horizonte y se puede apreciar como ese punto rojizo hacia el centro de la imagen. Además, el planeta estaba por esas fechas muy próximo a su oposición (ocurrió ayer 8 de abril) y su máximo acercamiento sucederá el próximo 14 de abril. Por eso aparece con un intenso brillo en la imagen. La estrella brillante ligeramente azulada que aparece al lado del planeta rojo es Spica, la estrella más brillante de la constelación de Virgo.

De nuevo el Observatorio Europeo Austral (ESO) nos soprende con una bonita postal que seguramente pasará a formar parte de muchos fondos de escritorio en nuestros ordenadores.
La imagen se tomó el pasado 2 de abril y fue publicada en la página de ESO el pasado 7 de abril.

El equipo que tomó la foto está formado por Herbert Zodet (cámara de vídeo de ESO), y tres fotógrafos embajadores de ESO: Yuri Beletsky, Christoph Malin y Babak Tafreshi. El instrumental incluye: Vixen Optics Polarie Star Tracker, cámara Canon® EOS-1D C, Stage One Dolly y cámara robótica eMotimo TB3 con control de movimiento en 3 ejes, Angelbird SSD2go, software LRTimelapse. Peli™ Cases, estaciones de trabajo 4K PC de Magic Multimedia, sistema Novoflex QuadroPod, baterías Intecro y software Granite Bay.
 Nota de prensa:

Nota de prensa en versió original:

Referencias:

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8 de abril de 2014

La oposición de Marte

La palabra oposición normalmente se asocia a "prueba" o "examen". No es el caso. No tiene nada que ver con que el planeta rojo esté haciendo un examen para tener plaza fija en el Sistema Solar y que no sea excluido como le ocurrió a Plutón. Es algo totalmente distinto.

La oposición de un planeta es un punto de su órbita tal que el Sol, la Tierra y el planeta se encuentran alineados en ese orden. En el caso de Marte, cada 780 días entra en este punto y aparece en el mismo punto del cielo con respecto al Sol. Hablamos pues de 780 días de período sinódico. Y ese día es hoy, 8 de abril de 2014 a las 22:57 (hora peninsular española) cuando Marte pasa por su oposición.

Imagen de Marte obtenida por el Telescopio Espacial Hubble. Créditos: NASA and The Hubble Heritage Team (STScI/AURA).

Generalmente, cuando un planeta pasa por su oposición es el momento en el que más próximo está a la Tierra. Pero debido a la excentricidad de la órbita marciana, el momento de máxima cercanía es el próximo 14 de abril ya que su distancia será de 92.633.949 Km, frente a los 93.127.650 Km de esta noche.

Alineaciones planetarias

Para que se produzca el orden de alineación en la oposición Sol-Tierra-planeta, es de suponer que sólo sucede en en los planetas exteriores (Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno), pero además de este punto, existen otros tres significativos: la conjunción y dos de cuadratura. En la siguiente imagen se explica de forma esquemática:

Esquema de puntos orbitales en los planetas exteriores. Créditos: www.astrosurf.com.

Los planetas interiores (Mercurio y Venus) también tienen cuatro puntos significativos. Para ellos hablamos de conjunción superior, conjunción inferior y dos puntos de máxima elongación. En la siguiente imagen también queda explicado de una manera muy sencilla:

Esquema de puntos orbitales en los planetas interiores. Créditos: www.astrosurf.com.

El tamaño de Marte

Esta noche Marte, debido a su cercanía, brillará tanto como Sirio, la estrella más brillante del cielo, pero su tamaño aparente será realmente pequeño: 15" de arco. Pero para los que no estéis familiarizados con las unidades de tamaño angular os pondré un ejemplo muy ilustrativo que dará idea de lo alejado que está Marte y de su tamaño aparente en el cielo:
Imaginad que la Tierra es una moneda de 50 céntimos de euro (24.25 mm) y Marte es una moneda de 1 céntimo de euro (16.25 mm). Sabemos que en el momento de la oposición, Marte estará separado de la Tierra una distancia de 93 millones de Km. Por lo tanto, en nuestro sistema de monedas, deberían estar separadas 177.25 metros para que el sistema fuese equivalente.
Dicho de otra forma: si alguien os muestra una moneda de 1 céntimo de euro a 177.25 metros, ese será el tamaño que tendría Marte en el cielo. Es muy pequeño, ¿verdad? Pues hemos desarrollado tecnología como para llegar a ese pequeño punto rojizo con una precisión en el aterrizaje de unos pocos cientos de metros. Asombroso, ¿no?

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4 de abril de 2014

Nuevas evidencias del océano subterráneo de Encélado

La sonda Cassini de la NASA y la DSN (Deep Space Network) han descubierto evidencias acerca de la existencia de un gran océano subterráneo de agua líquida en la luna Encélado de Saturno. De esta forma, aumenta el interés científico sobre esta luna como un potencial hábitat de microorganismos extraterrestres.

En 2005, los investigadores ya teorizaron sobre la existencia de un océano subterráneo en Encélado cuando Cassini detectó actividad criomagmática en forma de géiseres cerca del polo Sur del satélite. Los nuevos datos proporcionan las primeras mediciones geofísicas de la estructura interna de Encélado, donde los resultados son acordes con la existencia de un océano interno. Los resultados de estas mediciones gravitatorias aparecen en la edición del 4 de abril de la revista Science.

Vuelve el efecto Doppler

"Hemos deducido las variaciones de gravedad a través del concepto de efecto Doppler, el mismo que utilizan los radares para detectar la velocidad", dice Sami Asmar del JPL (Jet Propulsion Laboratory) de la NASA en Pasadena (Estados Unidos) y coautor del artículo. 

Diagrama que ilustra la corteza exterior de hielo con un núcleo rocoso y un océano de agua líquida intercalado en la zona sur de Encélado. Créditos: NASA/JPL-Caltech.

Las medidas de gravedad sugieren un gran océano muy localizado de unos 10 Km de profundidad bajo la capa de hielo de 30-40 Km de espesor. La evidencia de este océano marca a Encélado como uno de los lugares de nuestro Sistema Solar para albergar vida microbiana.

"Estos datos proporcionan una explicación sobre por qué el agua está brotando de estas fracturas que vemos en el polo Sur", dice David Stevenson, del California Institute of Technology en Pasadena (Estados Unidos) y coautor del artículo.

Cambios de velocidad

Cassini ha sobrevolado Encélado en diecinueve ocasiones. Tres de esos sobrevuelos, de 2010 a 2012, provocaron pequeñas variaciones en la trayectoria de la sonda ya que el tirón gravitatorio de un cuerpo planetario como Encélado, altera la trayectoria de vuelo de una nave espacial. Estas variaciones son causadas por la fuerza de gravedad de montañas en superficie o diferencias de composición. Las variaciones del movimiento de la sonda pueden ser detectados como cambios en la velocidad de la nave espacial medida desde la Tierra.

El análisis de las señales de radio entre la sonda Cassini y la DSN puede detectar cambios en la velocidad del orden de 90 micras por segundo. Con esta precisión, los datos del sobrevuelo aportan datos de una mayor densidad de materia en el extremo Sur que en otras partes de la luna.

Imagen tomada por la sonda Cassini el 25 de diciembre de 2009 donde se aprecian los géiseres provocados por la actividad criomagmática en la luna Encélado. Créditos: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute.

La zona del polo Sur de Encélado tiene una depresión superficial que hace que se genere un pequeño tirón gravitatorio. Sin embargo, la magnitud de la intensidad es menor de lo esperado dado el tamaño de la depresión, lo que lleva a los investigadores a pensar que el efecto de la depresión se compensa con una zona de alta densidad bajo la superficie de esa región.

Agua a la vista

"Las mediciones de gravedad tomadas por Cassini muestran una anomalía gravitatoria negativa en el polo Sur, que sin embargo no es tan grande como se esperaba sabiendo la profundidad de la depresión detectada por la cámara de a bordo", comenta el autor principal del artículo, Luciano Iess de la Università di Roma "La Sapienza" (Italia). "La conclusión debe ser la existencia de un material subsuperficial más denso que compensa la masa perdida: Agua líquida con mucha probabilidad, que es un siete por ciento más densa que el hielo. La magnitud de la anomalía nos dio el tamaño del depósito de agua."

No hay certeza de la relación directa entre el océano subsuperficial y la actividad criomagmática de la zona del polo Sur de Encélado, sin embargo, los científicos estiman que es una posibilidad real. Las fracturas pueden llevar a calentar una parte de la luna por el efecto de marea debido a la tracción provocada por la interacción con el campo gravitatorio de Saturno.

Imagen tomada el 13 de agosto de 2010 donde se aprecia en detalle el polo Sur de Encélado situado sobre la línea del luz del amanecer en Saturno. Créditos: NASA/JPL/SSI.

Gran parte de la emoción del descubrimiento de las columnas de vapor de agua del polo Sur de Encélado se deriva de la posibildad de que se origine un ambiente húmedo que podría ser un entorno favorable para la vida microbiana.

"El material de los chorros del polo sur de Encelado contiene agua salada y moléculas orgánicas, los componentes químicos básicos para la vida", afirma Linda Spilker, científico del proyecto Cassini en el JPL. "Su descubrimiento amplió nuestra visión de la zona habitable dentro de nuestro Sistema Solar y en los sistemas planetarios de otras estrellas."
Artículo original: 

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2 de abril de 2014

La galaxia caníbal

Cuando observo una galaxia al telescopio siempre me parece un acto de reflexión: estamos viendo miles de millones de estrellas donde con mucha probabilidad haya otros miles de millones de planetas. Y de todos ellos, ¿habrá alguno con vida, independientemente de su inteligencia? Y siempre llego a la misma conclusión: sí.

Hoy os voy a hablar de galaxias, pero de las que tienen un comportamiento un tanto particular. Y es que las galaxias cuando se topan en su camino con otras más pequeñas, las destrozan y las engullen. Se les llama galaxias caníbales.

Canibalismo galáctico

Una de ellas es la NGC 1316, situada a 60 millones de años luz en la constelación austral de Fornax. Como imaginaréis, el canibalizar una galaxia no es un proceso instantáneo; en algunos casos podemos ver el proceso a medio camino como en el caso de NGC 4038 y NGC 4039, conocidas como las galaxias de las antenas.

Mapa de la constelación de Fornax (El Horno). La mayor parte de las estrellas que se muestran pueden verse a simple vista en una noche oscura. La galaxia NGC 1316 está marcada con un círculo rojo y se puede ver con un telescopio de tamaño medio, donde se puede apreciar junto a su compañera NGC 1317. Créditos: ESO, IAU and Sky & Telescope.

La nueva y detallada imagen que os muestro un poco más abajo ha sido tomada por el instrumento WFI (Wide Field Imager) del Telescopio MPG/ESO de 2,2 metros, que se encuentra en el Observatorio La Silla de ESO y fue creada combinando una gran cantidad de imágenes individuales del archivo de ESO con el objetivo de revelar las características más débiles de esta galaxia caníbal.

En el caso de NGC 1316 el proceso de canibalización ya ha finalizado, pero sabemos que ha habido canibalismo debido a las marcas que ha dejado: varios rastros de caminos de polvo poco comunes y una cantidad de cúmulos globulares mucho más pequeños de lo esperado.

Alrededor de la galaxia también se han observado volutas y cáscaras de estrellas que han sido arrancadas de sus ubicaciones originales y lanzadas al espacio intergaláctico, llamadas colas de marea. Esto se debe a complejos efectos gravitatorios en las órbitas de las estrellas que tienen lugar cuando otra galaxia se acerca demasiado.

Contraste entre las galaxias NGC 1316 (izquierda) y su compañera de menor tamaño NGC 1317 (derecha). Mientras que la existencia de NGC 1317 parece haber sido tranquila, su vecina de mayor tamaño, luce las cicatrices de fusiones con otras galaxias. Créditos: ESO.

Todo ello sugiere que NGC 1316 ha podido engullir una galaxia espiral rica en polvo hace unos tres mil millones de años, apuntando a un pasado violento donde la galaxia engulló como mínimo a una galaxia, aunque cabe la posibilidad de que hayan sido más.

Los detalles del Hubble

Estos rastros de caminos polvorientos producto de la canibalización no es la primera vez que se observan. El Hubble (ESA/NASA) los observó en detalle en el año 2005 dejando entrever que ha sido fruto de la fusión de varias galaxias. Una imagen que merece la pena detenerse a echarle un vistazo:

Imagen tomada por el telescopio espacial Hubble revelando las franjas de polvo y cúmulos estelares de esta galaxia que dan la evidencia de que se formó a partir de una fusión de dos galaxias ricas en gas. Créditos: NASA, ESA, and The Hubble Heritage Team STScI/AURA).

Fuente de ondas de radio

La galaxia NGC 1316 también tiene el nombre de Fornax A, notándose por la nomenclatura que se trata de la fuente emisión en ondas de radio más brillante de la constelación. De hecho, es la cuarta fuente de ondas de radio más brillante de todo el cielo captada en la frecuencia de 1400 MHz. Esta emisión es producida por material engullido por el agujero negro supermasivo del centro de la galaxia.

Como véis, los caníbales no sólo se encuentran en tribus como la Korowai de Papúa Nueva Guinea. También los hay recorriendo el Universo en busca de nuevas presas a las que engullir.
La imagen tomada por el instrumento WFI del telescopio MPG/ESO de 2.2 metros y es una composición de varias tomas captadas con los filtros Óptico Azul de 456 nm, Óptico Visible de 539 nm, Óptico Rojo de 651 nm y Óptico H-alpha de 651 nm.

La imagen tomada por el Hubble de los caminos de polvo fue tomada con el instrumento ACS (Advanced Camera for Surveys) y es una composición de los filtros Óptico Azul de 435 nm, Ópico Visible de 555 nm e Infrarrojo de 814 nm.
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