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26 de abril de 2011

Chernóbil, 25 años después

Estado del reactor del Chernóbil horas después
de la explosión. Créditos: Autoridades rusas.
Tal día como hoy pero 25 años atrás tuvo lugar la mayor catástrofe nuclear conocida hasta hoy: el desastre de Chernóbil, un accidente sin precedentes. Aunque el pasado 11 de marzo sucedió otro accidente nuclear en la central de Fukushima, accidente que hizo rememorar lo sucedido hace hoy 25 años.

Para comprender qué ocurrió, primero debemos conocer cómo funcionan las centrales nucleares: el combustible, dentro del reactor, está compuesto por material fisible, donde mediante reacciones nucleares produce una gran energía en forma de calor que es enfriado mediante agua, provocando así una gran cantidad de vapor que se emplea para hacer girar turbinas, generando así electricidad.

En el reactor también están las barras de control cuya misión es acelerar o frenar el proceso de reacción aflorando en el reactor o sumergiéndose bajo él. La liberación de neutrones puede descontrolar la reacción nuclear, pero para que esto no suceda, un material llamado moderador absorbe parte de estos neutrones. Para terminar con el proceso, un sistema de refrigeración extrae el exceso de calor generado.

¿Qué ocurrió el 26 de abril de 1986? Se pretendía realizar una prueba donde se simulaba un corte eléctrico. Para ello, emergieron las barras de control para aumentar la potencia y obtener más electricidad, pero cometieron la imprudencia de sobrepasar valores de energía prohibidos. Tras ésto, sumergieron las barras de control para reducir la producción, pero debido a las altas temperaturas las barras quedaron atascadas y la potencia siguió aumentando. Este aumento en la potencia provocó el sobrecalentamiento del núcleo del reactor, que a su vez fue la causa de la explosión del hidrógeno acumulado, lo que provocó la eyección de residuos radiactivos y tóxicos. Una reacción en cadena en toda regla.

Tras el accidente, los liquidadores se encargaron de descontaminar la zona. Una acción heróica que a muchos les costó la vida por haber estado expuestos a los altos niveles de radiactividad. Las cantidades vertidas de material nocivo varían según la fuente que se consulte, pero se piensa que fueron unas 600.000 veces superior al límite soportable por un ser humano.

Días después tras la explosión, se inició la construcción del sarcófago de hormigón que cubriría totalmente el reactor, obra duró algo más de 200 días. La duración del sarcófago se estimó en 30 años. Ahora, a falta de casi 6 años para que se cumpla este período, el sarcófago está gravemente deteriorado por lo que se deben de tomar medidas si no queremos vivir una nueva fuga de material radiactivo.

Pero las consecuencias de este accidente todavía siguen presentes ya que la radiactividad mutó el ADN de las personas que se encontraban en las inmediaciones del reactor, por lo que la descendencia de estas personas está sufriendo las consecuencias y así será durante varias generaciones. También hay que tener en cuenta que, en algunos casos, los materiales radiactivos eyectados tardarán decenas de miles de años en reducir su masa a la mitad.

Los accidentes en centrales nucleares vienen como consecuencia de imprudencias o de desastres naturales. Lo que está claro es que si pretendemos seguir con el ritmo consumista que llevamos, necesitamos energías alternativas al petróleo, y la nuclear es una de ellas. Eso sí, se debería revisar la ubicación geológica de las centrales nucleares y valorar una posible amenaza causada por un fenómeno natural. Pero esto no es lo único, ya que muchas centrales están cumpliendo su plazo de vida útil, por lo que necesitarían una remodelación para que puedan funcionar con los menores riesgos posibles. Ante eso, la sociedad se plantea la siguiente pregunta: ¿es segura la energía nuclear?

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